La Maragatería
La comarca de la maragatería está situada al suroeste de la provincia de león. Su territorio está poblado desde tiempos remotos. Recientes descubrimientos de petroglifos megalíticos han sido datados en más de 5000 años.
El primer pueblo que habitó estas tierras del que conocemos su nombre fueron los astures. Concretamente, la gens de los amacos, vinculada al monte sagrado del Teleno, que durante el dominio romano recibió culto como Mars Tilenus.
La conquista del territorio astur tras las Guerras Cántabras convirtió a la maragatería en el centro del Conventus Asturum debido a la fundación de Asturica Augusta, la bimilenaria Astorga.
Se ha constatado la existencia de varios castros, vinculados a la explotación aurífera de esta zona de las estribaciones de los montes de León, y que supuso uno de los pilares de aquella economía.
Desde épocas más recientes, sus habitantes son conocidos como “maragatos” nombre que deriva de la palabra latina “mercator” pues durante siglos, los habitantes de esta zona fueron arrieros dedicados al transporte de mercancías con carros tirados por mulas a lo largo de toda la península, hasta que en el siglo XIX el ferrocarril acabó con este singular modo de vida.
Transportaban salazones, aceite y vino pero sobre todo pescado desde el litoral al interior. Aún hoy, la mayoría de pescaderos de Madrid son descendientes de maragatos. La honestidad de estos arrieros los convirtió en legendarios, no era necesario firmar un trato, darse la mano bastaba. Así lo contaban los cronistas de la época:
«No menos llaman la atención los maragatos por su traje. Consiste en calzones anchos como sacos, hasta las pantorrillas, donde se ajustan, de género negro u oscuro, chaquetas del mismo, con mangas demasiado anchas hasta el codo y cayendo alrededor del cuerpo, como camisa de pliegues; largas melenas y sombreros de pastor. Son traficantes y generalmente los que trasladan el dinero, por su crédito y formalidad. Encuéntranse siempre en los mesones de la puerta de Segovia, sobre todo en uno que tiene su nombre. Alguno de estos traficantes suelen helarse en el rigor del invierno, pues no los detiene el frío, ni llevan otro abrigo sino una ligera y mala manta».
Antonio Carlos Ferrer Herrera.
“Por todos los caminos de España , particularmente al Norte de la cordillera divisoria de ambas Castillas, pasan los maragatos en cuadrillas de cinco o seis; dormitando o simplemente echados en el lomo de sus gigantescas y cargadísimas mulas, bajo los rayos del sol achicharrante. En suma; casi todo el comercio de una mitad de España está en manos de los maragatos, cuya fidelidad es tal, que cuantos han utilizado sus servicios, no vacilarían en confiarles el transporte de un tesoro desde el Cantábrico a Madrid, en seguridad completa de que no sería culpa suya si no llegaba a salvo e intacto a su destino; arrojados han de ser los ladrones que intenten arrebatar sus mercancías a los arrieros maragatos doquiera tenidos; aferrados a ellas mientras puedan tenerse en pie, las defienden a tiros o con su propio cuerpo si caen en la pelea».
J. Barrow “El inglesito”
Tanto la arquitectura popular como la gastronomía heredan influencias de los hábitos de los arrieros. Se popularizaron en toda la comarca algunos platos propios de puerto de mar, como el bacalao, el pulpo y el congrio al “ajoarriero”. Otra especialidad de la zona muy apreciada es la cecina de vacuno. Son también notables la micología y la miel de elaboración tradicional.
Entre los atractivos de la Maragatería, destaca la arquitectura popular propia de la comarca, que presenta viviendas adaptadas al oficio de la arriería. También las artesanías, sobre todo las de textiles de lana, como se puede ver en los museos del Val de San Lorenzo.
El rico patrimonio monumental está relacionado principalmente con el camino de Santiago. Son abundantes los restos arqueológicos como los Petroglifos de Peñafadiel o los vestigios de las explotaciones auríferas que se pueden visitar siguiendo la Ruta del Oro. El folclore tradicional, con la música y los trajes típicos maragatos se pueden ver en fiestas populares como la Romería de la Virgen de los Remedios. Las rutas naturales de senderismo por sus bosques, riberas, cascadas y zonas montañosas de la Sierra del Teleno, muestran la belleza de esta singular comarca leonesa.